Es un término que se escucha a diario en las noticias y se lee en los rotativos pero ¿Sabes realmente cuál es su significado?
Hablemos de manera clara y directa, el empoderamiento femenino significa que las mujeres tengan posibilidades de acceso a recursos, patrimonio, cargos de decisión en empresas, cargos de poder político y autonomía para escoger su vida personal y familiar; todo lo que al día de hoy la mayoría de ellas no tienen.
Llevamos un camino histórico de evolución en materia de igualdad, eso nadie lo niega, pero los logros obtenidos no pueden servir de excusa para ocultar lo que todavía falta. Echémosle un vistazo a los siguientes datos publicados por Naciones Unidas.
- La representación femenina en los parlamentos a nivel mundial es apenas del 30%.
- Hasta el año 2017, al menos 750 millones de mujeres y niñas se habían casado siendo menores de edad y más de 200 millones de mujeres y niñas fueron sometidas a la mutilación genital femenina (MGF).
- En 18 países del mundo, los esposos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen y en 49 países no existen leyes que protejan a las mujeres de la violencia doméstica.
- A nivel mundial, solo el 15% de las mujeres poseen tierras agrícolas.
La situación laboral y de emprendimiento en España
Según los datos de personas físicas autónomas dadas de alta en la Seguridad Social, durante el primer trimestre de 2023 las mujeres solo representaron alrededor del 35% del total.
En España actualmente existen diversas redes de apoyo para mujeres emprendedoras:
Más allá del ámbito laboral…
El empoderamiento femenino no puede referir únicamente al ámbito laboral y de emprendimiento, es un concepto que debe englobar todos los aspectos de la vida individual y colectiva, es un conjunto de elementos que sumados hacen posible la igualdad real entre mujeres y hombres.
Es necesariamente, un proceso colectivo e individual. Requiere de formación, de reconocimiento de las desigualdades, de lucha contra estereotipos e ideas patriarcales. Se necesitan medidas de acción positiva para exigir porcentajes mínimos de participación política y de representación en cargos de responsabilidad dentro de la empresa. Es imprescindible crear leyes de protección para las mujeres, y eliminar aquellas que colocan a las mujeres en situación de dependencia con respecto a sus maridos.
A nivel individual, las mujeres han de reconocer la necesidad de cambiar, exigir la corresponsabilidad de las tareas familiares y del hogar, sentirse capaces de ocupar cargos de decisión, educarse en igualdad, denunciar la violencia institucional e interpersonal, exigir el reconocimiento que merecen.